“El término tecolote es el nombre común en México, El Salvador, Guatemala, Honduras, y Nicaragua de varias aves rapaces nocturnas.”
– ¡Papá!, ¡he visto un colocote!
– ¿Un qué?
– Un cotolote
– Hija, eso no existe
– Que sí papa, que la seño nos ha dicho que en Méjico hay muchos…
– ¿Cotolotes?
– No, papa, tocolotes.
– ¿Y que es un tocolote?
– Un tocolote no, papa, un telocote.
– Me estás volviendo loco, hija, ¿Qué es eso que dices?
– Un lotecote es un búho
– Eso es un tecolote
– ¡Pues eso estoy diciendo!
Llegados a este punto de la conversación Roberto se propuso corregir pacientemente a su hija.
– ¿Y qué tal el TE-CO-LO-TE?
– El colecote muy bien, papa, es muy bonito y come ratones
– ¿El TE-CO-LO-TE come ratones?, ¿no es muy pequeño?
– Si, los cotelotes no son demasiado grandes, pero se ve que tienen mucha hambre.
– ¿Muy bien hija, y que más has aprendido sobre los TE-CO-LO-TES?
– Que son aves de la familia Strigidae, del orden de las Estrigiformes, muy parecidos a los del orden de los Glaucidium y los del orden de los Otus, vamos, como el Glaucidium Covanense de Guatemala.
Un pesado silencio invadió la habitación.
– ¿Y ya te sabes la tabla del tres?
– Jo, papa, dame un respiro…
Y así, día a día, Marisita abusaba de la capacidad de asombro de su anciano padre.