Luz de Luz que a la tiniebla ofendes,
Luz de Amor que Tu misterio ocultas,
Luz de Paz que al corazón entiendes,
Luz que vino a redimir mis culpas.
Verbo de Dios que se encarnó en María
Verbo de Dios que derrotó a la muerte,
Verbo de Dios que en soledad existía
en una nada eterna e inconsistente.
Hoy se ha hecho varón la Luz que vino
a un humilde pueblo de Judea
para afrontar la Cruz de su destino.
Vino por liberarnos del pecado,
a enseñarnos en donde está el camino
y a pedirnos que lo andemos a su lado.